viernes, 28 de noviembre de 2008
BANANAS

La cosa va de... un gris probador de aparatos electrónicos y mecánicos que conoce a una chica con inquietudes políticas y metafísicas. Tras unos primeros encuentros, ella siente que la relación no le llena y decide romper, ante lo que su pareja reacciona viajando hasta la república de San Marcos, un pequeño territorio latinoamericano en el que acaban de asesinar al presidente y un general ha asumido el poder.
Lo mejor... que es una patada en los huevos a todo el que se mueva, desde los dictadorzuelos latinoamericanos a los grupúsculos revolucionarios, sin dejar de lado la política estadounidense en la zona. Una trama a ritmo de sketches y surrealismo que supuso la confirmación -por si quedaban dudas- de Woody Allen tras el excelente debut con Toma el dinero y corre.
Lo peor... que Nati Abascal (Natividad Abascal en los créditos) no tenga un papel más destacado, para terminar de elevar el momento a antología del esperpento. Dicho lo cual, verla vestida de guerrillera ¿comunista? y con la nariz pre-operación tiene un gran valor antropológico.
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