miércoles, 24 de diciembre de 2008
BURN AFTER READING

La cosa va de... un agente de la CIA, alcohólico y cornudo, que acaba de dejar su trabajo tras ser apartado de una misión relacionada con los Balcanes. Por ello, decide empezar a escribir sus memorias, donde aparecerán datos jugosos. Por accidente, el CD con el borrador de las mismas llega a manos de dos empleados de gimnasio, que deciden chantajear al agente para conseguir una importante suma de dinero. Mientras, la esposa del agente planea abandonarle para ir a vivir con su amante.
Lo mejor... el tono voluntariamente idiota que tiene todo, lo que hace que sea un divertimento pelín gamberro, en el mejor sentido. El reparto es estupendo, con John Malkovich y Frances McDormand maravillosos, aunque muchos de los titulares se los han llevado los dos actores más guapos (sí, esos) por hacer de imbéciles. Atención a la única escena que ambos comparten en pantalla: tiene sorpresa.
Lo peor... que gran parte de la crítica haya sido especialmente dura con los hermanos Coen por haber rodado esto después de una gran película como No es país para viejos. No está a la altura de sus mejores comedias, tipo El gran Lebowski, pero el resultado es muy entretenido y brillante a la hora de entrelazar los personajes. No deja huella, pero tampoco lo pretende.
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