martes, 30 de diciembre de 2008
ENTRE VIVIR Y SOÑAR

La cosa va de... una profesora de cocina de Barcelona que tiene una vida gris e infeliz junto a su marido, un ex rockero reconvertido a agente de viajes con fobia a moverse de casa, y su hija adolescente. Todo parece cambiar para ella cuando en su escuela le ofrecen irse a París para impartir un curso de cocina española. Allí podría encontrar a Pierre, un francés muy parecido a Alain Delon del que enamoró en unas vacaciones en la Costa Brava, en plena pubertad.
Lo mejor... la escena en la que sale Thierry Lhermitte, que no es nada fuera de lo común, pero es de lo poco que no resulta ridículo. Y la parisfilia de la protagonista, por muy estereotipada y simplona que resulte.
Lo peor... que es rancia hasta más no poder, por mucha apariencia de glamour de plástico que le quieran dar. Hace falta estar bajo los efectos de algún psicotrópico (de esos de Atómica, sí) para entender a los personajes y para que no te parezca una de las películas más absurdas e inverosímiles de aquí a Lima. Puede que cause furor en alguna reunión de amas de casa poco amantes de la lectura y en plena menopausia, pero más allá de ahí su recorrido es limitado. Por cierto, ¿puede haber menos química que entre Carmen Maura y Álex Brendemühl?
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