domingo, 26 de abril de 2009
ONE, TWO, THREE

La cosa va de... un dirigente de Coca-Cola que dirige la oficina en Berlín Occidental y que tiene dos objetivos: abrir el mercado de la marca de refrescos en la URSS y, sobre todo, ser ascendido a jefe de Europa, una plaza con la que se trasladaría a Londres. En pleno proceso de 'hacer méritos' y peloteo a sus superiores, uno de sus jefes le comunica que su hija llegará a Berlín en unas horas y le confía su cuidado. Ella es una chica pelín estúpida que ya ha estado cuatro veces prometida. Tras unas semanas en la ciudad, estalla la noticia: se ha enamorado de un joven comunista de la RDA.
Lo mejor... prácticamente todo, porque es una de las mejores comedias de la historia del cine y un ejemplo perfecto del talento inmenso del gran Billy Wilder. Es una auténtica delicia desde el primer fotograma y suelta estopa a diestro y siniestro, en una película que más allá de la carga política, que la tiene, funciona como un reloj -de cuco- en los mecanismos de la comedia. Siento no ser imparcial por la pasión que me merece el director y, especialmente, esta película. La he visto varias veces y no me cansaré. Simplemente, me encanta. De diez.
Lo peor... ¿qué?
☼☼☼
Comentarios:
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Ya me contarás o ya te leo (te agregué al Blogger Reader de mi blog de viajes, por cierto).
A mí me parece una comedia espléndida.
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A mí me parece una comedia espléndida.
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